Parecía que el camino de Tomás Etcheverry en la actual edición de Roland Garros estaba destinado a interrumpirse en segunda ronda: bien entrada la noche en París, el francés Arthur Rinderknech llevaba una ventaja de dos sets (6-3 y 7-6), pero el platense no se dio por vencido y a partir del tercero comenzó a dominar a su rival, aprovechando su mayor resto físico. Descontó con un contundente 6-1 y cuando se imponía claramente en el cuarto 5-0, el francés dijo basta y abandonó.
El momento clave del partido estuvo en el cuarto set, cuando Etcheverry mostraba mayor confianza después de su dominio en la manga previa. Tras quedarse corto en una devolución y estrellar la pelota en la red, el francés descargó su bronca pateando un cartel de publicidad, con la mala fortuna de que terminaría lesionándose el pie. Si bien recibió atención médica, los dolores en el pie izquierdo lo obligaron a retirarse cuando el dominio de Etcheverry era indiscutible.
Al argentino le tocará medirse en tercera ronda contra el noruego Casper Ruud, séptimo preclasificado, que viene de eliminar en cinco sets al español Davidovich Fokina.